8 de febrero de 2013

YO SOY LA COPA

 

Yo siembro las penas, las amarguras,
el dolor y la desesperación por todas partes;
arrastrando a los insondables abismos de la desgracia
al hombre, a la familia y a la sociedad.
 
El bebedor que me sostiene con su mano trémula
no puede esperar de mí, sino un hogar desdichado,
una salud quebrantada y un sepulcro prematuro.
 
Yo degrado al hombre racional; lo privo de su salud,
entorpezco sus facultades y apago en su corazón
los más sagrados afectos hasta convertirlo en bruto.
 
Los numerosísimos jóvenes que me beben
pierden por completo su delicadeza,
y se hacen despreciables a los ojos de la sociedad.
 
Yo quebranto el corazón de la esposa, lo lleno de acíbar,
vertiendo en él los sufrimientos más horribles;
y pongo sobre la frente de los inocentes hijos
la marca infamante de la vergüenza.
 
Yo me encargo de llenar a más no poder los manicomios,
sanatorios, asilos y las cárceles.
 
Soy hija legítima del infierno; mi amo es el diablo,
y soy su instrumento vil de la muerte y perdición.
 
Produzco todas las enfermedades y no curo ninguna.
 
Soy la peste, la desolación y la muerte eterna.
 
¡Apartaos de mí como os apartaríais de vuestro más formidable e implacable enemigo, No me bebáis!
 
Yo soy LA COPA
 
-Anónimo