22 de octubre de 2011

Y DIJIMOS QUE ESTABA BIEN - 3ra. Parte



Ahora, nos preguntamos:
* ¿Porqué nuestros niños no tienen conciencia?
* ¿Porqué no saben distinguir entre lo bueno y lo malo?
* ¿Porqué no les preocupa matar a desconocidos,
a sus compañeros de escuela, o a ellos mismos?

Probablemente, si lo pensamos bien y serenamente,
encontraremos la respuesta.

Todo tiene que ver con lo que hemos sembrado...
"Lo que sembramos es lo que recogemos".

Es curioso cómo la gente, simplemente
manda a Dios a la basura y luego, se pregunta
por qué el mundo está en proceso de destrucción.

Es curioso ver, cómo creemos
todo cuanto dicen los periódicos,
pero cuestionamos todo cuanto dice la Biblia.

Es curioso cómo se mandan chistes por la red
y cunden como reguero de pólvora,
pero cuando se trata de mandar mensajes de Dios,
la gente lo piensa dos veces antes de enviarlos.

Es curioso cómo hay artículos deprabados,
lujuriosos, crudos, vulgares y obscenos;
que circulan libremente por el ciberespacio...

Pero hablar de Dios en público está prohibido
en las escuelas, en los espacios de trabajo
y a veces hasta en los hogares.

Es curioso ver, cómo cuando envíes un mensaje de Dios
no se lo envirás a muchas de las personas
que tienes en tu lista de contactos,
porque no estás seguro de sus creencias
o de lo que pensarán de tí por envíarselo.

Es curioso ver, cómo nos preocupa más
lo que piensen los demás de nosotros,
que lo que Dios piense de nosotros.

Ahora, solo espero que hagas
lo que creas que está bien.


Y DIJIMOS QUE ESTABA BIEN - 2da. Parte



Luego algunos de nuestros principales funcionarios públicos,
dijeron que no importa lo que hagamos en privado
mientras cumplamos con nuestro trabajo.
Y estuvimos de acuerdo con ellos,
dijimos: no me importa lo que nadie haga en su vida privada,
incluyendo el Presidente, mientras yo tenga trabajo
y la economía esté bien.
Y dijimos que estaba bien.

Luego alguien dijo: vamos a imprimir revistas
con fotografías de mujeres desnudas,
y decir que esto es solo una apreciación sana y realista
de la belleza del cuerpo femenino.
Y dijimos que estaba bien.

Y luego, alguien mas llevó más allá esa apreciación
y publicó fotografías de niños desnudos,
llevándola aún más allá cuando las colocó en Internet.
Y dijimos que tienen derecho a su libertad de expresión.
Y dijimos que estaba bien.

Luego la industria del entretenimiento dijo:
hagamos programas de televisión y películas
que promuevan lo profano, la violencia y el sexo ilícito.
Grabemos además música que estimule la promiscuidad,

la pornografía, el erotismo, la seducción, el lertinaje sexual,
la drogadicción, el narcotráfico, los suicidios,
la rebeldía, la egolatría, la idolatría, el ateísmo, la brujería,

el ocultismo y el satanismo.
Y dijimos, no es más que ficción,
no tiene efectos secundarios negativos,
de todos modos nadie se lo toma en serio,
así que adelante.
Y dijimos que estaba bien.