11.- El everest no es la montaña
más alta del mundo. La mítica
cima tibetana mide “solo” 8.848 m. Poco, si lo comparamos con el Mauna Kea, un
volcán hawaiano que emerge en medio del Pacífico. Sobre el nivel del mar
sobresalen 4.205 m, pero la mayor parte de su estructura (6.000 m) se oculta
bajo el agua. Por eso, su altura total medida desde su base submarina es de
10.205 m. Casi 2.000 más que el Everest.
12.- Marco Polo nació en territorio croata, y
no en la ciudad de los canales. Vino al mundo en la isla de Korchula, que
pertenece a Croacia, aunque en su época estaba ocupada por tropas al servicio de
Venecia.
13.- Un día real
dura más de 24 horas. La
ciencia ha acuñado como medida de tiempo una unidad artificial llamada “día
solar medio”, cuya duración, efectivamente, es siempre de 24 horas. Pero la
duración de lo que los astrónomos llaman un “día solar verdadero” varía a lo
largo del año, y puede llegar a alcanzar las 24 h y 4 minutos.
14.- Mozart no se llamaba Amadeus.
Su auténtico nombre era Joannes
Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart. ¿De dónde viene, entonces, lo de
Amadeus? Un príncipe prusiano quedó tan impresionado por la música del joven
compositor que le rebautizó cómo Wolfgang Gottlieb (vocablo alemán que significa
“amado por Dios”). A Mozart le pareció una cursilería, y se burlaba de la
anécdota en cartas escritas a sus amigos: “Ahora tendréis que llamarme Wolfgang
Amadeus”, traducción latina de la palabra germana.
15.- Los tulipanes holandeses realmente son
turcos. La flor nacional del
país de los diques es originaria del territorio otomano. Fue introducida en
Occidente en 1544 por un viajero austríaco llamado Ogier Gislain. Pero fue un
jardinero vienés, Carolus Clusius, quien llevó en 1593 los primeros bulbos de
esta planta a Holanda, cuando fue requerido para cuidar las plantas del palacio
real.
16.- Las películas no
están hechas de celuloide. Los
filmes se fabrican con acetato de celulosa. Este ingrediente no forma parte del
celuloide, material plástico compuesto por nitrato de celulosa y
alcanfor.
17.- El auténtico
puente de Londres está en Arizona. En 1968, el London Bridge estaba muy
deteriorado. Pero, dado el coste de la restauración, las autoridades de Londres
prefirieron venderlo al millonario americano Robert McCulloch por veinticinco
millones de dólares. El magnate lo trasladó piedra a piedra a Lake Havosu, en
Arizona.
18.- Los toros no
se excitan al ver el color rojo. De hecho, ni siquiera pueden distinguirlo, ya
que estos animales son daltónicos y solo son capaces de diferenciar el blanco,
el negro y algunos tonos de grises. Por eso, daría igual de qué color fuera el
capote del diestro, porque lo que realmente enfurece al animal son los
movimientos que el torero realiza con dicha capa.
19.- Santa claus es turco. Pese a que la tradición lo pinta con un trineo
rodeado de renos y viviendo en un entorno casi polar, en realidad, San Nicolás
de Bari, el santo en el que se basa la leyenda de Papá Noel, nació en Licia, en
la actual Turquía.
20.- La
penicilina no la descubrió Fleming. Fue Ernest Duchesne, estudiante del Instituto
de Medicina Militar de Lyon. Treinta y dos años antes que Alexander Fleming, el
francés encontró un hongo con la propiedad de matar bacterias.
Desafortunadamente, las autoridades científicas de la época no le hicieron caso,
y su hallazgo cayó en el olvido hasta que fue redescubierto por el investigador
británico.
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